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EXTREMADURA PIERDE DOS IMPORTANTES POBLACIONES DE ORQUÍDEAS EN UN AÑO

EXTREMADURA PIERDE DOS IMPORTANTES POBLACIONES DE ORQUÍDEAS EN UN AÑO  Serapias perez-chiscanoi es la única orquídea endémica de Extremadura y está catalogada "en peligro de extinción"


En el último año, en Extremadura se han destruido dos poblaciones de la única orquídea endémica de Extremadura, la Serapias perez-chiscanoi, descubierta por el botánico extremeño José Luis Pérez Chiscano y que sólo se encuentra en la cuenca extremeña del Guadiana.



Serapias perez-chiscanoi florece entre mediados de abril y mediados de mayo. Se encuentra casi siempre en compañía de Serapias lingua y a veces con S. parviflora, S. strictiflora y S. stenopelata.



El Grupo de Botánica de ADENEX colabora con un equipo de investigadores del Instituto de Biodiversidad y Dinámica de Ecosistemas (IBED) de la Universidad de Ámsterdam, que en estos días se encuentra visitando las áreas importantes para las orquídeas en Extremadura. Ellos han localizado en años anteriores algunas de las escasas poblaciones de esta orquídea y ahora han constatado la desaparición de dos de ellas. ADENEX presentó en 2003 a la Dirección General de Medio Ambiente un informe con la localización exacta de todas las poblaciones conocidas, incluidas las ahora destruidas, y una propuesta de Plan de Recuperación para la especie.



Se trata de la única especie de orquídea clasificada "en peligro de extinción", con máxima categoría de protección, en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura (Decreto 37/2001). Tal categoría exige la redacción de un Plan de Recuperación que adopte las medidas necesarias para su conservación.



La pérdida de estas poblaciones se ha producido por obras de mejora en vías de comunicación: la carretera Cañamero-Valdecaballeros y la adecuación de la "Vía Verde", entre Villanueva de la Serena y Guadalupe, a la altura de Palazuelo. En ambos casos, la destrucción de las poblaciones de Serapias ha sido realizada por actuaciones directas de las administraciones públicas, que es precisamente quien tiene el deber de conservarlas.



ADENEX responsabiliza directamente a la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura de este hecho, ya que tenía el deber de incluir en el informe ambiental preceptivo medidas preventivas para evitar destrucción de estas dos poblaciones de orquídeas, cuya localización conoce.



Es importante destacar que la conservación de estas poblaciones de orquídeas no era incompatible con la mejora de dichas vías de comunicación, que podrían haberse realizado perfectamente sin necesidad de destruir las especies protegidas.

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