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Mérida, cultura popular

 

Mérida también mantiene su vínculo con la II República. Su Festival nació como una iniciativa que pretendía poner en escena los clásicos grecolatinos y fomentar cultura popular. El inicio no pudo ser mejor. En 1933, la primera edición se abría con la Medea de Séneca, adaptada por Unamuno y protagonizada por Margarita Xirgú, musa de Federico García Lorca y primera dama del teatro republicano. Ya en su LII edición, del 6 de julio al 15 de agosto el Festival afronta una nueva etapa con un relevo en la dirección. Francisco Carrillo toma las riendas con una apuesta decidida por la Odisea. Cerca de la mitad de las obras harán referencia este año al clásico de Homero.

http://www.diagonalperiodico.net/antigua/pdfs34/28diagonal34-web.pdf

 

 

Cuando un grupo de estudiantes de Badajoz se animó en 1924 a representar ‘Cautivos’, de Plauto, en el recién recuperado Teatro Romano quizás no era consciente de que, con ello, rompía un silencio de cerca de 1.600 años, alrededor de 17 siglos en los que el Teatro emeritense fue abandonado a la suerte de la historia, una suerte -o una mala suerte- en la que se extravió hasta el punto de ser engullido por la tierra.

Un personaje de tanta importancia como José Ramón Mélida se empeñó en recuperarlo desde principios del siglo XX y a ello se dedicó hasta su muerte, a finales de 1933. Pero el tiempo, si quiere, concede tiempo, y a Mélida le permitió asistir a lo que todos consideramos hoy el nacimiento de las representaciones de la era moderna en el Teatro Romano de Mérida.


Público y autoridades asistentes al estreno de ‘Medea’ en 1933. Entre ellos, Manuel Azaña y Miguel de Unamuno.

Meses antes del fallecimiento de José Ramón Mélida, una de las más grandes actrices de las primeras décadas del siglo XX, Margarita Xirgu, conoció Mérida casualmente y comprendió la importancia de su Teatro. Xirgu tenía entonces 45 años y era la primera actriz de la compañía estable del Teatro Español de Madrid, que asistía artísticamente Cipriano Rivas Cherif, a quien unía una relación familiar con el presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña. El empeño de Xirgu en el año 1933, los contactos de Rivas Cherif y, esencialmente, la sensibilidad de la II República española, que se preocupó de fomentar la iniciativa cultural en una España profundamente subdesarrollada y con elevadísimos índices de analfabetismo, hicieron posible el reencuentro de la España rural del siglo XX con la Hispania romana, más de 17 siglos después.

 El Festival en la República: http://www.festivaldemerida.es/

 

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