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Diario de Sesiones de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Andalucía en la que se debatió la Proposición No de Ley de IULV-CA sobre la refinería y los oleoductos.

Diario de Sesiones de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Andalucía en la que se debatió la Proposición No de Ley de IULV-CA sobre la refinería y los oleoductos.

  Proposición no de Ley 7-06/PNLC-000161, relativa a las repercusiones medioambientales negativas del proyecto de la refinería Balboa en la provincia  de Huelva. 

El señor PRESIDENTE—Sometemos a votación, como decía anteriormente, la última iniciativa, en este caso planteada por el  Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, proposición no de ley relativa a repercusiones medioambientales negativas del proyecto de la refinería Balboa en laprovincia de Huelva. Tiene la palabra su portavoz, señor Mariscal Cifuentes. Tiene su señoría la palabra.

El señor MARISCAL CIFUENTES—Voy a tratar de utilizarla.La proposición no de ley que vamos a debatir se refiere a un proyecto de refinería que no va en suelo de la Comunidad Autónoma de Andalucía, pero quesí tiene consecuencias, o puede tener consecuencias ambientales negativas en la provincia de Huelva y ennuestra Comunidad. 

El señor PRESIDENTE—Ruego a sus señorías, por favor, que dejen al señor Mariscal defender su posición con respecto a su iniciativa. 

El señor MARISCAL CIFUENTES—Gracias.Estamos hablando de un proyecto de refinería en pleno auge de discursos en torno al respeto y a lo importante que es el protocolo de Kyoto para el conjunto de la supervivencia del Planeta. El protocolo de Kyoto es una de las banderas que el Gobierno socialista del Estado español trata de coger con valentía, y es algo de agradecer... El señor PRESIDENTE—Un momentito, por favor.Señor Mariscal, continúe usted con el uso de lapalabra. El señor MARISCAL CIFUENTES—Nada.... y es algo de agradecer que esa bandera se coja con gusto por parte del Gobierno del Estado español; pero luego vienen los hechos concretos, que restan legitimidad a ese discurso de respeto al convenio de Kyoto y a sus guías fundamentales, como son, sobre todo, la reducción del consumo de combustibles fósiles. Un consumo de combustibles fósiles que está en unosniveles que doblan actualmente el que requeriría en cuestión de las emisiones de CO2 a la atmósfera en el conjunto del Estado español, y que, por lo tanto, se trataría de reducir sustancialmente ese consumo y, por lo tanto, esas emisiones. Hay que poner en lo alto de la mesa el dato de que, en los últimos treinta años, no se ha presentado ningún proyecto de construcción de refinería en el Estado español, y nos encontramos con este proyecto, que fue abanderado por el señor Rodríguez Ibarra en las anteriores elecciones autonómicas en el Parlamento de Extremadura —eso sí, sin decir quiénestaba detrás de ese proyecto— como un elemento fundamental de generación de empleo y de riqueza, como se suelen utilizar normalmente los proyectos que atentan de forma clara contra el medio ambiente y contra el desarrollo, a lo mejor no de las generaciones presentes, pero sí de las generaciones futuras. El proyecto, de un grupo industrial, llamado Alfonso Gallardo, cuya memoria resumen del proyecto de la refinería, que se llamaría, en caso de que finalmente se lleve a efecto su construcción, refinería Balboa, está ahora mismo abierta a un período de consultas. Los Ayuntamientos de la provincia de Huelva se están manifestando, a través de mociones, a favor y en contra, y que, después de la negativa del Gobierno portugués a que Sines alojara el puerto para poder sacar lo refinado en esa refinería hacia el mercado, han tenido que optar por la opción del puerto de Huelva como punto de entrada del petróleo con destino a la refinería y salida de los productos refinados con salida a la exportación.Esto conlleva —y aquí es donde viene la implicación que tiene nuestra Comunidad Autónoma y la provincia de Huelva—, conllevaría, por supuesto, la necesaria construcción de ese oleoducto de norte a sur de la provincia. Y cualquiera de los trazados que podamos pensar, en ese trayecto desde el norte al sur de la provincia, habrá de cruzar, indefectiblemente, el Parque Natural de la Sierra de Aracena y de los Picos de Aroche.Este proyecto, y el oleoducto que lleva acompañado, ha provocado numerosas movilizaciones sociales en la provincia de Badajoz, en la Comunidad Autónoma extremeña, así como en la provincia de Huelva. Están previstas, asimismo, movilizaciones conjuntas: pudimos también recibirlos en el Parlamento de Andalucía en el período de sesiones anterior, y pudimos escuchar de su boca la preocupación de que dicho proyecto puede causar y que puede agredir al conjunto de la provincia de Huelva; una provincia de Huelva, que, como también se ha demostrado en la anterior proposición no de ley, y se demuestra normalmente en muchísimos de los debates que tenemos en esta Comisión, tiene cada vez mayores tensiones medioambientales relacionadas con la situación en la que se encuentra la bahía de Huelva, con la situación en la que se encuentran sus montes, con la situación en la que se encuentra también un determinado modelo de economía, cada vez más tensionado y relacionado con la agriculturaintensiva y con la especulación urbanística.Todo esto hace que nos tengamos que fijar en Huelva y tratar de cuidarla y de mimarla, porqueestá siendo sometida cada vez, como digo, más a tensiones ambientales. Y qué duda cabe que este oleoducto, pues es un elemento más de tensión ambiental para con la provincia de Huelva. Y en concreto nos preocupa, nos preocupa mucho, que el oleoducto pase por el Parque Natural de la Sierra de Aracena, y nos preocupan dos cosas, ¿no?, que yo creo que deberíamos atender.El Secretario Provincial del Partido Socialista en Huelva dice que todo lo que sea dañar la sierra vaa encontrar enfrente al Partido Socialista de Huelva. Asimismo, la Consejera de Medio Ambiente señaló que el incremento en el transporte marítimo de mercancíasvendría acompañado como consecuencia de la llegada de petroleros. «Huelva tiene un litoral con unos espacios protegidos muy valiosos, y, evidentemente, ese incremento en el transporte implica casi siempre algún tipo de riesgo por la posibilidad de vertidos», afirma la Consejera deMedio Ambiente. Afirmaciones ambas con las cuales coincidimos absolutamente, y que queremos que se plasme en un compromiso concreto de apoyo a una proposición no de ley en la que queremos que este Parlamento manifieste su rechazo al proyecto de la refinería Balboa en su conjunto, específicamente a los oleoductos de crudo y de productos para la exportaciónque atravesarían la provincia de Huelva, con el peligro potencial para la seguridad de las personas, con un riesgo medioambiental objetivo para diferentes espacios naturales protegidos, entre los que habría que hacer mención especial al Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, declarado por la Unesco como Reserva de la Biosfera. Y, asimismo,además de esta declaración del Parlamento como tal, quisiéramos que esta Comisión instara al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía a que manifieste surechazo al proyecto de la refinería Balboa en defensa de los intereses de la ciudadanía onubense.Gracias. 

El señor PRESIDENTE—Muchas gracias, señor Mariscal. Ausente el representante del Grupo ParlamentarioAndalucista, tiene el uso de la palabra el representanteportavoz del Grupo Parlamentario Popular, señorRodríguez Domínguez.

El señor RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ—Muchas gracias. Con la venia, señor Presidente. Señorías, para fijar el posicionamiento del Grupo Popular en esta proposición no de ley que presenta el Grupo de Izquierda Unida, y decir que estamos ante una iniciativa en la que sus autores parecen querer levarnos en principio al dilema desarrollo o medioambiente.Y nuestro Grupo no puede estar inicialmente de acuerdo con este planteamiento, porque nosotros hacemos una apuesta firme, una apuesta decidida, por el desarrollo, y una apuesta firme, de forma igual y complementaria, con el medio ambiente. No cabe la menor duda de que la construcción de una refinería supone creación de riqueza y, por tanto, puestos de trabajo para una Comunidad Autónoma como Extremadura, que, desgraciadamente, al igual que ocurre en la nuestra, en Andalucía, está necesitadade una expansión industrial, de creación de riqueza y de creación de puestos de trabajo. Tampoco queremos obviar que la construcción del oleoducto, a Huelva, en concreto, lo que le reportaría es una mayor potenciación y expansión de su puerto y del polígono industrial en el que está ubicado, pero nada más. Igualmente, somos conscientes de que la construcción deloleoducto puede afectar, tal como ahora conocemos, hasta ahora, a los intereses medioambientales de la zona por donde está previsto transite. Hecho este análisis, parecen como enfrentados desarrollo y medioambiente, y, señorías, como decíainicialmente, a eso es a lo que nos negamos. Estamos absolutamente convencidos de que el binomio desarrollo-medioambiente es posible y tiene que ser compatible, pues, si en el inicio del ya siglo XXI existiese disfuncionalidad, en el sentido de que forzosamente tenga que haber preponderancia insalvable de un término sobre el otro, estaríamos ante una sociedadfracasada, y no ante la cacareada sociedad del conocimientoy la tecnología. Por ello, nuestra apuestaestá en poder compatibilizar la refinería y el oleoductocon el medioambiente.Con los datos que conocemos, y sin que haya unpronunciamiento sobre el estudio del impacto ambientalpor parte del Ministerio y de la Consejería, mi Grupo vaa votar a favor de la proposición no de ley, en el sentidode oponernos a la construcción de los oleoductosque atravesarían la provincia de Huelva, como partede Andalucía, tal como están proyectados, porque, enprincipio, parece ser que lesionan a nuestro medioambiente. De otra parte, oponernos a la construcciónde una refinería en Extremadura es intentar romper conlos derechos autonómicos de una Comunidad que noes la nuestra y que, por tanto, debemos respetar.Por eso, proponemos dos enmiendas in voce alGrupo proponente, al Grupo de Izquierda Unida. Laprimera sería al punto número 1 de la proposiciónno de ley, que consistiría en manifestar su rechazoal proyecto de la refinería Balboa en lo referente ala construcción de los oleoductos; la segunda seríaal punto número 2 de esta proposición no de ley,consistente en instar al Consejo de Gobierno a quemanifieste su rechazo, tal como están proyectados, ala construcción de los oleoductos del proyecto.Creemos, señorías, que estas enmiendas son razonablesy, en ese sentido, entendemos y pedimos sureflexión y su voto afirmativo al Grupo de IzquierdaUnida, al Grupo autor de la iniciativa.En cualquier caso, queremos dejar claro que, sino las aceptan, nuestro apoyo en forma de voto afirmativoa esta proposición no de ley también será enese aspecto; pero, señorías, dejando, dejando muyclaros los condicionantes que en esta argumentaciónde nuestro Grupo hemos expuesto anteriormente.Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE—Muchas gracias, señor Rodríguez.Tiene la palabra el portavoz del Grupo ParlamentarioSocialista, el señor García Giralte.

El señor GARCÍA GIRALTE—Gracias, señor Presidente. Señorías.En nombre del Grupo Parlamentario Socialista,voy a fijar la posición de este Grupo respecto a estainiciativa planteada por Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía.Pero, previamente, antes de entrar en el fondodel asunto, como estaba oyendo la anterior comparecencia,no tengo más remedio que aclarar el porqué, siendo yo natural de Granada y Parlamentario porGranada, intervengo en un tema que afecta a Huelva.Evidentemente, no hay ninguna razón de por qué unParlamentario del Partido Socialista pueda intervenirdefendiendo cualquier posición a Andalucía, no hayninguna incoherencia, no hay falta de seriedad, y,simplemente, se trata de circunstancias sobrevenidas,porque, igual que pedía perdón al principio de la Comisión,y disculpaba —perdonaba y disculpaba— alseñor Presidente y Diputado de esta Cámara, al señorJiménez Díaz, pues, al igual que lo he sustituido enla Presidencia, también parece que lo he sustituidoen esta cuestión. No es una cuestión de que ningúnDiputado de Huelva tenga que esconder nada niaclarar nada.Por tanto, seriedad, coherencia, por favor. Encualquier caso, alguno de ustedes, el Partido Popular,hace como las veletas: cambian de dirección...Y, puestos a pedir esto, lo tuvieron que hacer en susaños de Gobierno, que sí eran competentes, comoustedes dicen.Por lo tanto, no voy a entrar más en esa cuestión.Se aplican ustedes la parte ancha del embudo y nosaplican siempre la estrecha. Hace un momento tambiénha pasado alguna cuestión de ese tipo.Pero ya entrando en el fondo del asunto, que es loque realmente nos ocupa, yo, señor Mariscal, le puedodecir que los socialistas compartimos absolutamentela preocupación por el medio ambiente..., bueno, y, sime apura, por el ambiente entero. Es decir, yo diría,yo diría que uno de nuestros dioses, uno de nuestrosdioses, es el medio ambiente. Seguimos esa creenciacomo si fuéramos fundamentalistas. Quiero decir: Nonos gana nadie en esta Cámara a defender posicionesde este tipo. Pero, claro, estamos en un proyecto enel que podemos discutir el fondo del asunto, podemoshasta compartir sus posiciones absolutamente,pero no estamos en el momento procesal oportuno.Porque está..., este proyecto está en tramitación deestudio por parte de las Administraciones; no se hanpronunciado en absoluto, en cuanto el tema medioambiental,ni el Ministerio ni la propia Consejería; notenemos razones para intervenir en las decisionesdel Gobierno extremeño en principio, salvo que sea contrario a la normativa, sea contrario al desarrollosostenible, sea contrario a las leyes españolas, y, portanto, procede, procede —entiendo yo— esperar alpronunciamiento, a que se pronuncien en su momentotanto el Ministerio como la Consejería, y, como eslógico, pues también los Ayuntamientos y las personasafectadas o colectivos afectados en este tema,y tendremos entonces una información más precisade la que tenemos en estos momentos.Porque la pregunta es: ¿Cómo puede oponerse elParlamento —le pregunto— a una iniciativa empresarialque no conoce? Salvo que hay unas alternativas, perono conoce más allá de eso. Yo creo que la prudenciaa este Parlamento le impide hoy manifestar ningunaopinión que sea fundada, cuanto menos.Y otra pregunta: ¿Cómo un Gobierno responsable—ya que se trata de instar al Consejo de Gobiernode esta Junta— puede hacer lo mismo, rechazar, sinestudiar previamente, como en este caso, un proyectotan complejo, un proyecto parece que importante, ala ligera, sin conocerlo, sin evaluarlo y sin tener losdatos? Es decir, estamos, como se puede..., veránustedes, ante un problema de oportunidad, un problemade tiempo, ¿no? No es un problema de quecreamos que podamos luego o no estar de acuerdo.Yo creo que hay que estar en el lugar oportuno enel momento oportuno, y yo creo que éste no es elmomento de debatirlo.O sea, que yo creo que esta iniciativa deberíaIzquierda Unida, o debiera haberla planteado, en unproceso más adelante, cuando tuviéramos todos esosdatos, y ya se conociera cuál ha sido la decisión de losAyuntamientos, se conociera si afecta o no al medio ambiente,los itinerarios de construcción de esos oleoductoso no...; es decir, cuando se tuvieran los datos definitivosque nos permitieran fundar nuestra toma de decisiónen elementos objetivos, concretos, de conocimiento delo que podría afectar al medio ambiente.En cuanto al Partido Popular, en esto ha sido,pues como siempre: oportunista. Dice que no va aapoyar la moción, se opone, porque dice que hablade desarrollo sostenible; luego dice que su rechazo alos oleoductos, o su rechazo a la construcción de losoleoductos por donde va el estudio previo, que no esni siquiera un proyecto. Si rechazamos los oleoductos,rechazamos el proyecto, y está de acuerdo totalmentecon Izquierda Unida en ese aspecto, porque es unacontradicción. El oleoducto tendrá que ir por algunaparte. Una cosa es que sea o no respetuoso con elmedio ambiente, que es lo que estamos discutiendoaquí. Lo que estamos es preservando el medio ambiente,preservando la contaminación, preservandoel bienestar de los ciudadanos de Huelva, de su...Efectivamente, hasta de su salud si creemos que esnuestra obligación, y que es obligación del Gobiernode Andalucía. Pero, desde luego, si usted dice que síal proyecto y dice que no a los oleoductos, pues yame contará a mí cuál sería la solución para conseguirsacar el proyecto.Bueno, yo no quiero hacer de este tema másque terminar concluyendo que me parece que conIzquierda Unida estamos de acuerdo en lo que puedeser la filosofía; pero que lamentamos no poderapoyarle esta iniciativa, porque creemos que está,como he dicho antes, fuera del momento procesaloportuno y, por tanto, nuestro Grupo va a votar queno a esta iniciativa.Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE—Muchas gracias, señor García Giralte.Para cerrar el debate, tiene la palabra el portavozdel Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, el señorMariscal Cifuentes.

El señor MARISCAL CIFUENTES—Muchas gracias, señor Presidente.Hombre, a pesar de la cortedad en tiempo deldebate, y de lo dificultoso que se está haciendo enmedio de la bulla que nos invade, que ya nos vamosyendo —de verdad, termino rápido—, yo creo que sehan planteado cuestiones, a pesar de todo eso, yadigo, tremendamente interesantes, tremendamentede debate de fondo.En primer lugar, me quiero referir a la intervencióndel portavoz del Partido Popular, cuando se refiere aldilema desarrollo-medio ambiente. Y suscribo totalmentesus palabras cuando dice que, si es imposibleconjugar la protección del medio ambiente con estemodelo de desarrollo, efectivamente, estamos anteuna sociedad fracasada. Suscribo totalmente suspalabras. Así es.El dilema existe entre desarrollo y medio ambiente,no me lo he inventado yo, no se lo ha inventadoninguno de los que estamos aquí, es un dilemaobvio y es un dilema que, mientras hagamos que eldesarrollo esté basado en elementos que agredenel medio ambiente y no nos demos cuenta de que,en elementos que pueden mejorar la vida y el medioambiente, también hay posibilidad de desarrollo, degeneración de empleo, de generación de riqueza y,sobre todo, de lo más importante de todo, de la preservaciónde esos espacios y de esa riqueza para lasgeneraciones futuras, pues, estaremos errando en eldilema y, efectivamente, lo estaremos convirtiendo enun falso dilema.De todas formas, del partido político que no tuvoen cuenta para nada lo que se firmó en el Protocolode Kyoto, que puso a sus miembros en la ComisiónEuropea a trabajar activamente contra la firma de lospaíses de la Unión Europea de este Protocolo, es muydifícil, es muy difícil que el dilema desarrollo-medioambiente se lleve a efecto.La cuestión es que el dilema existe, y existió lo quepasó en Aznalcóllar, y existió el incendio de Río Tinto,hace dos años, y existe una agresión especulativa bestial,brutal al litoral onubense, que perjudica al medioambiente, aunque nos lo vendan como desarrollo, y existe, y efectivamente es así, y menos mal que lapreocupación del Partido Socialista es por el ambienteentero y no por el medio ambiente, que la ComunidadAutónoma andaluza es la Comunidad Autónoma queestá a la cabeza en emisiones de CO2 a la atmósfera,en términos porcentuales, dentro del Estado español.Luego me preocupa tanta preocupación y, sobre todo,que sea tan poco efectiva.De todas formas, la intervención del portavoz delPartido Socialista ha sido de un tipo enmarcado dentrode los cuatro o cinco tipos de intervenciones que sehacen por parte del Partido Socialista, en función delo que se esté planteando. Es del tipo: «de entrada,no», ¿no?, como aquello de la OTAN. «De entrada,no». Bueno, es que es: ¿Tienen que atravesar o no losoleoductos el Parque Natural de Sierra de Aracena?¿Es verdad o no que se va a producir un incremento,en el caso de que el proyecto salga hacia delante,del tráfico peligroso, potencialmente peligroso, enla bahía de Huelva? ¿Es cierto o no es cierto eso?Pues eso ya es un motivo suficiente para rechazareste proyecto, si se tuviera un mínimo de sensibilidadambiental y un mínimo de pensamiento en el futurode los paisajes y de la riqueza ambiental de lo quele queda a la provincia de Huelva.Entonces, tomen las palabras de la señora Consejerade Medio Ambiente, y ahora que el señor Ibarraya no se va a volver a presentar, y que él había hechobandera de ese proyecto, vamos a aprovechar paratratar de convencer a quien haya que convencer, yhay una manera muy fácil de convencer: rechazando,por parte de la Junta de Andalucía, que la central deaprovisionamiento esté en el puerto de Huelva. Así desencillo, así de sencillo. No solamente les estaremoshaciendo un favor a los ciudadanos onubenses y andaluces,sino también a los ciudadanos extremeños.De todas formas, el nivel de movilización que se estáproduciendo, junto con la retirada del señor Ibarra dela política, me hace pensar y ser muy optimista, muy,muy optimista, en que este proyecto finalmente no seva a llevar a cabo. Estoy muy optimista en que no seva a llevar a cabo. Esto es un elemento más de lamovilización y de la lucha, el traer esta proposiciónno de ley aquí hoy, pero tengo la impresión y soy muyoptimista en que no se va a llevar a cabo, y ojalá, yyo creo que va a ser así, no tengamos que traer esteasunto al Parlamento, una vez que conozcamos elproyecto más en profundidad.Gracias.

El señor PRESIDENTE—Muchas gracias, señor Mariscal.No se ha pronunciado su señoría sobre la enmiendaque ha planteado el Grupo Parlamentario Popular.Señor Mariscal, debería prestar atención a laPresidencia.

El señor MARISCAL CIFUENTES—Sí, sí, sí.El señor PRESIDENTE—Le preguntaba acerca de la enmienda planteadapor el Grupo Parlamentario Popular.

El señor MARISCAL CIFUENTES—No, no.

El señor PRESIDENTE—Muchísimas gracias.Debatida la iniciativa, procede someterla a votación.¿Votos afirmativos? ¿Votos afirmativos?¿Votos afirmativos? Vaya, hombre.[Risas.]¿Votos negativos?No hay abstención ninguna.Sustanciado el orden del día, señorías, levantamosla sesión. 

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