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Informe Refineria: ¿Es el petróleo una materia prima de futuro? (III parte)

Informe Refineria: ¿Es el petróleo una materia prima de futuro? (III parte)
El estudio realizado en la 3ª Conferencia Mundial sobre “El techo del Petróleo y sus posibles yacimientos” nos indica que antes del 2010 habrán tocado fondo. En el año 2000 se descubrieron 16 yacimientos, en el 2001 se descubrieron 8 yacimientos, en el 2003 tres yacimientos y hasta ahora ningún yacimiento rentable para su explotación.

Concretamente, de cada 10 barriles consumidos, 6 son de yacimientos antiguos y 4 son de los últimos yacimientos. Por otra parte, nos avisan que con el desarrollo industrial que se está produciendo en China y la India se provocará un aumento desorbitado del consumo de petróleo a nivel mundial. Además las extracciones serán cada vez más costosas y se consumirá más energía  para extraerlo, debido a que el petróleo es cada vez más impuro (mayor cantidad de metales tóxicos y pesados). Este crudo tendrá más cantidad de azufre y su refinado también será muy costoso; cumplir los requisitos medioambientales internacionales será verdaderamente complicado.

En definitiva, según los expertos entramos en la “era del petróleo caro” que provocará “una guerra” sin cuartel por el petróleo, donde las grandes potencias como EEUU se están afianzando en esta lucha. Los combustibles del petróleo, los productos derivados y el transporte costarán más a los ciudadanos. ¿Está preparada España para esta lucha por el petróleo? ¿O por el contrario debemos ir situándonos ya en otro modelo de desarrollo más acorde con nuestras perspectivas de futuro?

¿Está refinería presentará una rentabilidad con garantías de futuro?

Las grandes compañías mundiales petroleras, BP, CHELL, EXXON, etc., están reduciendo sus inversiones en petróleo para dedicarlas a otros campos energéticos (energía solar, biomasa, combustibles como el hidrógeno, etc.).

En Europa no se instalan refinerías desde hace aproximadamente 30 años. Las compañías petroleras llevan muchos años sin invertir en refinerías, tanto por razones económicas como por las regulaciones nacionales e internacionales, cada vez más exigentes. A esto hay que añadir la construcción, mantenimiento y gasto energético de un oleoducto inicial de más 200 Km. ¿Cómo es posible que Extremadura se embarque en este tipo de proyecto (con una inversión desorbitada) cuando no se instalan refinerías en Europa? Y países como Inglaterra, de las 7 refinerías que tenían, solamente mantienen 3 en la actualidad.
 
Por otro lado, al ser el petróleo una materia prima agotable en un futuro no muy lejano, podemos preguntarnos:

¿Quién pagaría el coste del desmantelamiento de las instalaciones?
¿Y el coste de los perjudicados en la salud?
¿Y el coste de los campos contaminados?
¿Y cómo devolveríamos la buena imagen de nuestros productos agroalimentarios?

DAÑOS  A  LA  AGRICULTURA

¿Por qué con la instalación de una refinería en esta comarca se perjudica a la agricultura?

En primer lugar, diremos que su ubicación en “Tierra de Barros” (Badajoz) no es idónea. Esta comarca de secano, siendo de las más ricas de España y produciendo el 80% de los vinos y el 60% del aceite de Extremadura (consiguiendo numerosos premios todos los años), se vería totalmente afectada económicamente.

En una encuesta realizada en marzo de 2005 en la Feria del vino de Almendralejo, a  importadores del producto, preguntándoles si comprarían después de la instalación de la refinería, las respuestas fueron mayoritariamente NO (más de un 90% de los 52 importadores presentes).

El periódico “El País” publicó, en el mes de mayo de 2005, una Calificación de cosechas con todas las Denominaciones de Origen, en la cual “Ribera del Guadiana” ocupaba el 2º lugar (calidad).

Estudios realizados por un Departamento de ingenieros agrónomos de Barcelona nos indican que las pérdidas sólo en el sector del vino serían de más de 3000 millones de euros y se perderían más de 1100 puestos de trabajo directos. Hoy día, con el mercado tan competitivo que existe en el sector del vino y del aceite, cualquier referencia que tenga la competencia por la instalación de una refinería y de sus industrias derivada bastaría para provocar que nuestros productos no se vendiesen en los precios adecuados. 

 La Junta de Extremadura en el D.O.E. nº 60 de 24 de mayo de 2003 se permite el lujo de denegar una planta de molienda y ensacado de cemento (cementera) en la misma comarca de Tierra de Barros -entre Almendralejo y Torremejía- por los siguientes argumentos que resumimos brevemente:

  • 1º.- Tendría una incidencia negativa en la calidad del aire de la zona...
  • 2º.- Ubicación no idónea por situarse en Tierra de Barros, zona de vid y olivos, donde se permite un desarrollo sostenible, con importantes esfuerzos en la mejora de estas materias primas. Donde el impacto de esta industria en actividad económica se resume en:
    • a. Las partículas en suspensión dañarían los cultivos...
    • b. La proximidad a la Vía de la Plata podría afectar a la imagen y calidad de nuestros productos.
  • 3º.- Las posibles fugas y derrames accidentales dañarían el medio ambiente.
  • 4º.- El impacto paisajístico sería difícilmente corregible (altura de depósitos).
  • 5º.- Las firmas recogidas crean alarma social e incrementarían la crispación a niveles inaceptables.
 
Por tanto, diremos que todos estos argumentos se multiplican en el caso de una gran industria, mucho más contaminante, como es una refinería aun de última generación. 
 
D a t o s     t é c n i c o s

Entendemos que estos datos son necesarios y fundamentales, aunque algunos datos  sean de difícil comprensión para las personas no profesionales en la materia.

Todos sabemos que una refinería es una instalación industrial donde se tratan crudos petrolíferos y, normalmente por destilación fraccionada, se obtienen diferentes fracciones con características diversas dependiendo de su composición en número de átomos de carbono y de otros elementos como azufre, nitrógeno y diversos metales.

Independientemente del tipo de crudo, y debido a su origen orgánico, contendrá productos nitrados y sulfurados resultantes de la descomposición y transformación de los seres orgánicos que lo constituyeron. El petróleo crudo lleva Nitrógeno y Azufre procedentes de las proteínas (aminoácidos cistina, cisteína y metionina) que constituyeron la materia orgánica que luego, en sus transformaciones, generó el petróleo.

El azufre estará contenido en el petróleo fundamentalmente en forma de mercaptanos (R-SH). Si se dejaran las distintas fracciones del petróleo con el contenido original en azufre en los crudos (algunos alcanzan hasta un porcentaje del 2-3 % del peso total), las posteriores combustiones de esos productos harán que los compuestos de azufre, en la reacción de combustión, se combinen con el oxígeno, generándose dióxido de azufre (SO2) que se emitirá a la atmósfera junto con otros gases de la combustión.

Entre ellos están también los diversos óxidos de nitrógeno NOx (en forma de NO y NO2 fundamentalmente); estos se producen porque, además del contenido en nitrógeno del crudo original (bajo), el aire que se utiliza en las combustiones lleva nitrógeno además de oxígeno y entonces, a las altas temperaturas a las que se producen las combustiones, el nitrógeno reacciona con el oxígeno produciendo los mencionados óxidos  de nitrógeno.

Al azufre se tratará de eliminarlo por hidrodesulfuración (endulzamiento), convirtiéndolo en H2S y luego en S. Pero ninguna tecnología existente será capaz de eliminar al completo los compuestos sulfurados de los crudos, reduciéndolos a azufre elemental. Como mucho se espera reducir el 97 % del azufre original en los crudos, según indicaciones del anteproyecto de la propia empresa refinería Balboa. Y el 3 % restante del 2-3 % de contenido original en 6 millones de Tm de consumo que prevé la empresa hacen muchos miles de toneladas de SO2 que se emitirán anualmente a la atmósfera.

No habrá que perder de vista la emisión, además, del CO2 típico de las combustiones de todos los hidrocarburos. No solo contribuirá al efecto invernadero, mucho más conocido como trastorno medioambiental, sino que será otro contaminante más que contribuirá a la generación de la lluvia ácida, como luego veremos.

En una refinería son múltiples las combustiones que se llevan a cabo. Entre otras operaciones que las precisan, siempre se queman fracciones de los hidrocarburos, para generación de la propia  energía con la que funcionará el complejo. Aunque la empresa declare que para este menester consumirá fundamentalmente gas natural y por ello “casi” no contaminará, hay que advertir que no dejarán de utilizar, también el “gas de refinería”  (las fracciones de menor número de átomos de carbono: metano, etano, propano y butano) que sí que llevará el contenido de azufre normal del crudo ya que estos productos, según declara la empresa, no serán utilizados como materia prima en la fabricación de gasolinas, gasóleos y querosenos que serán su actividad única. Sería de tontos pensar que no iban a utilizar sus combustiones en el aprovechamiento de la energía que se generará para los propios procesos.

Y visto que es inevitable la generación de bastantes toneladas de los gases CO2, SO2 y NOx,  tenemos que explicar los efectos directo y secundario que producirán sobre personas, seres vivos en general y medioambiente.

Los vertidos de CO2 se han mencionado ya como los responsables de la acumulación en la atmósfera y el consiguiente efecto invernadero.

Los de SO2 conllevan, debido a su mayor densidad, que los gases componentes de la atmósfera tarde o temprano, aunque sea parte de ellos, van a depositarse en sus capas o niveles más bajos y finalmente en tierra en un radio de acción que llega a los 70 Km a la redonda, según algunos informes consultados. El primer efecto directo viene a ser: “El SO2 es un irritante pulmonar que resulta muy perjudicial para la salud humana, especialmente los colectivos más vulnerables como los niños o los ancianos, o las personas con problemas respiratorios” .

Los de NOx, también según la fuente antes mencionada: “Los óxidos de nitrógeno provocan o agravan las enfermedades respiratorias, siendo el NO2 unas cuatro veces más tóxico que el NO”. “Por otra parte, participan junto con las partículas en suspensión y los compuestos orgánicos volátiles en la generación de episodios de contaminación urbana (smog)”. Estos COV,s (Compuestos Orgánicos Volátiles) son otra fracción más de gases que puede emitir la refinería y que, vertidos a la atmósfera, constituyen parte de lo que se llama Smog y que produce efectos nocivos sobre la salud humana, además de nieblas y vapores que contribuyen a crear densas capas de estos productos que llegan a impedir la llegada de los rayos del Sol a la tierra y, por consiguiente, dificultan la fotosíntesis en plantas superiores y en el fitoplancton que, si a su vez muere, llega a producir eutrofización de las aguas superficiales. También parece que son precursores a la formación del Ozono Troposférico, sumando este sus efectos a los del Smog.

Como efecto indirecto está su conversión en otras sustancias y la generación de la llamada Lluvia ácida. Este fenómeno tiene su origen principalmente por las actividades del ser humano; altera la calidad del aire y del suelo donde se deposita y modifica, en ocasiones muy sensiblemente, los ecosistemas en que se localiza.

En sitios no contaminados, la lluvia es ligeramente ácida, con un pH entre 5,6 y 6,5, debido fundamentalmente a la disolución en el agua del CO2 atmosférico y su conversión en ácido carbónico H2CO3. Si eso es así en sitios con el contenido normal de dióxido de carbono, el problema se agrava donde las emisiones del gas aumentan por las combustiones de procesos industriales, como en la refinería. Pero con todo, no es esa la causa principal de la lluvia ácida, teniendo conocimiento de que este ácido es débil químicamente y, por tanto, aunque a mayores concentraciones, no será capaz el bajar sensiblemente más el pH.

El problema lo agravan fundamentalmente los gases SO2 y NOx emitidos conjuntamente en las combustiones. A su vez el SO2 puede ser oxidado en la atmósfera a SO3. “Estos gases, presentes en la atmósfera, son arrastrados por el agua de la lluvia, que se convierte así en una disolución suficientemente ácida como para provocar importantes trastornos ambientales” . Ambos óxidos de azufre, al reaccionar con el agua de lluvia originan las ácidos responsables de la disminución del pH:

SO2 (g) + H2O (l) ? H2SO3 (aq)  Ácido sulfuroso
SO2 (g) + H2O (l) ? H2SO4 (aq)  Ácido sulfúrico

Estos ácidos, sobre todo el segundo, considerados fuertes químicamente, son capaces de hacer bajar el pH de la disolución acuosa en la que van hasta niveles de 3-3,5.

También los óxidos de nitrógeno pueden sufrir oxidaciones por los oxidantes atmosféricos y finalmente su reacción con el agua provoca la lluvia ácida. Algunas reacciones que se pueden presentar en el proceso son:

2 NO (g) + O2 (g) ? NO2 (g)
3 NO2 (g) + H2O (l) ? 2 HNO3 (aq) + NO (g)

El HNO3 –ácido nítrico-, también considerado como ácido fuerte, es el responsable de que llueva literalmente ácido junto con la lluvia.

Incluso aunque no haya episodios de lluvia, la propia densidad de estos gases, mayor que la de los otros componentes de la atmósfera, hará que se depositen lentamente sobre todas las superficies: suelos, plantas, aguas, constituyendo “deposiciones secas”. Simplemente la humedad del rocío mañanero hará el mismo efecto, aunque mitigado, de la lluvia ácida.

¿Y cuales son los efectos nocivos de la lluvia ácida? De nuevo la referencia antes mencionada viene a explicarnos: “Por otra parte, el SO2 emitido se oxida en la atmósfera hasta trióxido de azufre, SO3, y éste se combina con agua para generar ácido sulfúrico, H2SO4, que es uno de los ingredientes principales de la lluvia ácida. Los aerosoles de ácido sulfúrico provocan un efecto tóxico directo sobre los seres vivos, como la hinchazón en los pulmones que bloquea los conductos respiratorios. Los daños causados pueden llegar a ser irreversibles.

La lluvia ácida, que consiste en la caída de lluvia con un pH significativamente inferior al pH natural, tiene efectos medioambientales devastadores, como la deforestación y los desequlibrios químicos en el suelo y en las aguas (ríos y lagos) a causa de la acidificación. Provoca también el deterioro de los materiales, como la destrucción de obras de arte de mármol que se encuentran al aire libre, ya que el ácido sulfúrico disuelve el carbonato cálcico del que están construidas”.


La acción de la lluvia ácida sobre el suelo lleva consigo la mayor movilidad de iones tóxicos, como por ejemplo iones cadmio, cinc, plomo o manganeso, que puede facilitar su absorción por las plantas. Otras veces la mayor movilidad de algunos iones priva de nutrientes esenciales como iones calcio, potasio o magnesio a los vegetales, ya que son arrastrados con la escorrentía superficial o la infiltración a capas profundas en las lluvias posteriores. La disolución de los aluminosilicatos, presentes en el suelo, da lugar a la liberación del ión aluminio que inhibe el crecimiento de las plantas. A su vez el ión aluminio sufre con el agua hidrólisis ácida, contribuyendo a disminuir más el pH .
 
Aunque son pocos los estudios concretos de que se dispone acerca de los efectos específicos sobre cultivos propios de la zona, podemos poner como ejemplo lo que aparece en página 133 del libro Ingeniería Ambiental : “De manera experimental se ha demostrado que la etapa crítica del ciclo vital de las plantas, en la cual el polen se transfiere a la flor hembra y lo fertiliza para producir un largo tubo (de polen), es muy sensible a un pH bajo (Sidhu, 1983). En general, la germinación y el crecimiento del tubo polínico de manzanas y uvas se reducen con un pH igual o menor a 3.5”

Es decir, justo en el margen al que el pH  puede bajar con el fenómeno de la lluvia ácida. En ese mismo texto se afirma: “Aunque la sensibilidad hacia el daño foliar directo por la lluvia ácida de algunos cultivos parece ser mayor que la de muchas especies de árboles, no existen pruebas sólidas de que las hojas de los cultivos hayan sido dañadas por gotas ácidas en el campo. No obstante, algunos estudios detallados han comenzado a insinuar que incluso en un sistema agrícola bien amortiguado la lluvia ácida puede ser perjudicial”. “Para cultivos frutícolas, los cuales dependen por supuesto del establecimiento de un buen fruto en el tiempo de la polinización, la lluvia ácida plantea un peligro que no ha sido evaluado”.

También afecta la lluvia ácida a los sistemas acuáticos donde se produce el descenso de las poblaciones de peces, la reducción de ciertos grupos de zooplancton, algas y plantas acuáticas, todo lo cual trastorna la cadena alimenticia global de los lagos y potencialmente causa desequilibrios ecológicos.

Afirmamos rotundamente que la agricultura de esta comarca no es compatible con esta clase de industria, como nos quiso hacer ver el Sr. Presidente de la Junta de Extremadura. En Puertollano no hay viñedos, y los más cercanos son los de Valdepeñas, a 70 km aproximadamente de distancia a la refinería de Puertollano. Después se nos habló de los olivos de Puertollano, donde hay unas pocas hectáreas con prácticamente nula comercialización. Seguidamente se nos habló de los vinos del Priorato, diciéndonos que estaban a 2 ó 3 kilómetros de la refinería de Tarragona, demostrándose posteriormente que estaban a 35 km con estribaciones montañosas en medio. De esta forma se han ido desmontando todos estos argumentos de nuestros  políticos. 
Plataforma Ciudadana Refineria No
http://www.extremaduraaldia.com/content/view/10620/

1 comentario

alma -

MIRA QUE SOIS PESADOS!!! OS REPETIS COMO EL AJO, DESCANSAD UN POCO QUE OS VA A DAR ALGO. TODO EL DIA REPITIENDO LO MISMO,PORQUE CLARO UNA MENTIRA DICHA MIL VECES PUEDE CONVERTIRSE EN VERDAD Y DE ESO VOSOTROS SABEIS MUCHO,VERDAD?
UN SALUDITO Y TRANQUILIZAROS UN PELIN. TOMAROS UNA TILITA