CGT-Enseñanza valora el inicio de curso en Extremadura

UN INICIO DE CURSO MARCADO POR LA PRECIPITACIÓN, EL CAOS ORGANIZATIVO Y EL DETERIORO DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA.  

El inicio del curso escolar 2006/07 viene marcado por las disfunciones y la precipitación al subordinarse todo el proceso al objetivo político de comenzar las clases cuanto antes a cualquier precio.La Administración Educativa insiste en  presentar un panorama educativo idílico, triunfalista, propagandístico, aportando datos y cifras sobre incremento del presupuesto educativo, incremento de recursos, de nuevas construcciones escolares, de nuevos programas y proyectos, de ordenadores, resaltando lo que consideran son las luces del sistema educativo. Sin embargo son bastantes las sombras y la falta de soluciones a los problemas que arrastra la educación pública en Extremadura.

 - Deterioro de la pública e incremento del proceso privatizador. Valoramos de manera especialmente negativa la implantación de los conciertos educativos en educación infantil. En lugar de potenciar y extender la red de centros públicos en este nivel, se ha apostado por la red privada, contribuyendo al deterioro y desmantelamiento de la educación pública con un permanente trasvase de los recursos de lo público a lo privado. CGT defiende la ampliación y adecuación de una red de centros públicos suficiente y adecuada a la demanda social.

 - Precipitación y desorganización. La precipitación ha sido la nota dominante al tratar de anticipar al máximo el inicio de las clases sin una organización previa adecuada. Precipitación también a la hora de establecer las plantillas de los centros, siempre con un criterio restrictivo, dando lugar a que muchos centros hayan comenzado las clases con plantillas insuficientes,  faltando  profesores en especialidades de secundaria y maestros en unidades educativas. En muchos casos la imprevisión ha causado la masificación de las aulas y el incumplimiento de las ratios. Las prisas, la escasez y la improvisación han  marcado también las reparaciones, las obras y la adaptación y mejora de los recursos e instalaciones de los centros con vistas al nuevo curso. 

 - Interinos: todo sigue igual…o peor. Ningún cambio o mejora se ha producido en la situación de los interinos. Considerados como profesores de tercera, un ineficaz e injusto sistema de acceso vuelve a condenarlos a la precariedad, unas “nuevas” instrucciones educativas  siguen discriminándolos al permitir que se establezcan sus horarios y grupos antes de su incorporación a los centros. A ellos se les encomienda mayoritariamente la etapa educativa más conflictiva y difícil, la ESO, siempre con los peores horarios y grupos, mientras se les discute en cada oposición su capacitación profesional. Para CGT es inaceptable que en la organización de los cursos y horarios prime el rancio clasismo profesional discriminador sobre unos criterios académicos igualitarios y justos.

 -Aluvión de vacantes de última hora. La precipitación y la política de ahorro de plantillas ha provocado también la aparición de retrasada de un aluvión de vacantes que han sido cubiertas, como no, precipitadamente tras el proceso de asignación de destinos. A esto hay que sumar los numerosos errores “técnicos” y rectificaciones. La consecuencia: incertidumbre, alteraciones en el orden de las listas y adjudicaciones poco claras. 

-Un acuerdo de risa. Evidente resulta ahora el carácter engañoso del pacto educativo firmado por la Administración y los sindicatos oficiales. Resulta ridícula la posición de unos sindicatos que, sin fuerza real para exigir el cumplimiento de lo que acuerdan, siguen reivindicando lo que supuestamente se jactan de haber conseguido. Ninguna mejora en las condiciones del profesorado de las contempladas en el insuficiente y trucado pacto se ha hecho evidente para los trabajadores, a no ser el puñado de euros (que ni remotamente compensa la pérdida de poder adquisitivo acumulada) con el que se pretende cerrar la boca de las reivindicaciones laborales de los docentes extremeños. Igual de inaceptables nos parecen las medidas tendentes a ligar los incrementos a la productividad, más propias del negocio privado que del servicio público. 

- Ordenadores apagados, aulas rígidas. Se mantienen los interrogantes  sobre las deficiencias que presenta el modelo extremeño de informatización del aula. No se han aportado aún soluciones eficaces y creíbles al déficit formativo, a la rigidez espacial del aula, a la escasez de materiales educativos y contenidos curriculares adaptados. Los ordenadores siguen infrautilizados y persisten los problemas técnicos cuando se usan. El triunfalismo oficial queda desmentido en la práctica del aula.  

-Escuelas de Idiomas: empezar antes de acabar. Como muestra del deterioro de la calidad educativa que ha provocado el afán de adelantar al máximo el inicio de las clases valga lo ocurrido en las Escuelas Oficiales de Idiomas. En las EOI la Administración en su afán de adelantar el inicio de las clases ha impuesto su calendario al elaborado por los centros sin tener en cuenta su particularidad educativa y organizativa. Las clases han comenzado con inusitada precipitación sin dar tiempo material a una correcta organización del nuevo curso: sin haber finalizado aún el proceso de exámenes y evaluaciones de septiembre, con el plazo de matriculación aún abierto, con vacantes sin cubrir, con grupos vacíos o incompletos y sin realizar adecuadamente las tareas preparatorias del nuevo curso. 

Una dinámica organizativa, en fin, donde la rentabilidad política se ha impuesto a las necesidades organizativas de centros, alumnos y profesores. Para CGT ese no es el camino para lograr una enseñanza pública de calidad.CGT recuerda que el modelo de gestión y organización de los centros educativos emanado de la LOE está cada vez más cercano al funcionamiento empresarial, productivista, antidemocrático, burocrático y jerarquizado. Un modelo competitivo de escuela productiva que sencillamente no funciona. 

Cáceres, 21 de septiembre de 2006