Blogia
Informacion Alternativa en Extremadura

Voto Oculto

Si la vida de un español la cobija una casa en alquiler, cambia su voto en función de la coyuntura social, del programa o del candidato, y no se identifica con ninguna camiseta futbolera, difícilmente puede figurar en la inconmensurable lista de las personas consecuentes, término no sé por qué empleado siempre en sentido laudatorio ignorando las numerosas ocasiones en las que se puede asimilar a rigidez ideológica, cerrazón mental, escasez informativa, intereses privados. La máxima expresión en ciudadano consecuente la podemos encontrar en los nacionalistas cuyo único patrón consiste en el engalanamiento permanente de su yo y de su entorno y en el tribalismo de su futuro. Como lo ribetean con ínfulas intelectuales crean un espeso caldo de cultivo del que se nutren individuos autómatas que no respetan nada que se les ponga por delante .
Así que, graduemos nuestra pertenencia ideológica para evitar que nos atrape y admitamos el cosquilleo transgresor que produce abrir un nuevo postigo que nos deje abarcar un panorama menos pegajoso e inmovilista que el eterno consecuente. Dicho lo cual, y porque si hiciese lo contrario me arañaría la estupidez y me sentiría menos libre, suelto a bocajarro que en las elecciones autonómicas y locales del 27 de mayo dejaré de votar a los socialistas.
Breve explicación:
a)El hecho en sí de querer poner una refinería en Extremadura
b)La afectación a la salud y el empeoramiento de la calidad de vida
c)El tratamiento caciquil y manipulador al que hemos sido sometidos los extremeños.
d)La imposición por la cúpula dirigente del Partido Socialista sin que lo contemple su programa autonómico
e)El asombroso silencio de la militancia socialista de la zona, a la que ni siquiera se le consultó.
Se presentan unas elecciones con decenas de miles de votantes directamente cabreados por la refinería y las térmicas y hartos de aguantar el déficit democrático de la sociedad extremeña, en la que nada se mueve sin la aquiescencia de la clase dirigente. Con esa, cada vez más frecuente, extraña sensación de fardo inmisericorde político que el ciudadano no tiene más remedio que soportar.
(Cuando ya había dado por terminadas estas líneas, me entra la duda de si borrarlas o no para recoger, exclusivamente, las palabras de un agricultor local dichas en un corrillo de cuatro personas, a las que me  encuentro y añado dando un corto paseo dominguero. 
En un momento dado, el labrador se despachó con la siguiente idea:”Tengo claro que voy a cambiar mi voto. Después de todas las perrerías, por llamarlo suavemente, que estamos sufriendo con la dichosa petroquímica, a éstos, la mejor manera de castigarlos es no votándoles. Y no sólo va a ser el mío, me da la impresión que hay un voto oculto agazapado como queriendo decir, me habéis tenido “achantao” estos dos años y medio, pero ahora dispongo de una herramienta propia, de una simple papeleta que el día que la eche en la urna diré para mi interior” pa que te ...”).
Gráfica e inmejorable síntesis.

Pedro Ramos Mogollón

0 comentarios