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Informacion Alternativa en Extremadura

¡¡No a las termicas!! por Juventudes Comunista Extremadura.

Por si no lo sabes, en España se están multiplicando los proyectos para construir un sin fin de centrales térmicas, como las seis del sureste de Madrid, la de Alange en Extremadura, las de Torrelavega en Cantabria, la de Arcos de la Frontera en Andalucía, la de Plana del Vent en Cataluña, y otras tantas que están en estudio.

Muchas veces con la connivencia del Ministerio de Medio Ambiente y los órganos ambientales de las distintas comunidades, al declarar positivamente el impacto ambiental de estas centrales, y con la “compra de voluntades”, por parte de las compañías eléctricas, que no dudan en soltar millones a los ayuntamientos afectados, estos proyectos siguen adelante.

¿Qué es una central térmica de ciclo combinado?

Las centrales previstas son centrales térmicas de ciclo combinado, es decir que en un primer momento aprovechan el calor desprendido por la quema de combustibles fósiles (gas o gasóleo) para generar electricidad y en un segundo paso el vapor de agua generado en este proceso es reutilizado para producir más electricidad. La capacidad de generar electricidad de estas centrales es de 1.200 a 1.600 megavatios (MWt).

Se trata por tanto de centrales más eficientes que el resto de térmicas, puesto que aprovechan más eficazmente el combustible utilizado, además de ser más baratas (de 70 a 80 millones de euros por MWt generado frente a los 500 de una central nuclear) pero siguen siendo centrales térmicas, con lo que esto supone.

¿Qué consecuencias para la salud y el medio ambiente tienen estas centrales?

Estas centrales térmicas incrementarán extraordinariamente la presencia en la atmósfera de contaminantes como el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono (CO2), los óxidos de nitrógeno (NOX), y el dióxido de azufre (SO2). De hecho una central como la de Morata, de 1.200 MWt, producirá 435 t/hora de CO2, 375 Kg/hora de NOX (que ascenderá a 675 Kg/hora cuando funcione con gasoil), y 760 Kg/hora de SO2. ¿Qué gases son estos?

El monóxido de carbono (CO) es un gas venenoso que desplaza el oxigeno de la sangre produciendo la asfixia celular de todos los tejidos. Así mismo, el CO2 es el principal responsable de los cambios en el clima que estamos sufriendo en los últimos años: Pocas lluvias y concentradas torrencialmente, así como un aumento de la temperatura, agudizando la desertización que sufre nuestro país y gran parte del planeta.

Por otra parte, los óxidos de nitrógeno (NOX) son los causantes de la contaminación por ozono troposférico, que muchas veces supera los límites máximos permitidos, debido fundamentalmente a la contaminación de las grandes ciudades pero que se agravará con la construcción de estas centrales. El ozono troposférico se crea al reaccionar los óxidos de nitrógeno con la luz solar y su concentración en las capas bajas de la atmósfera es el causante de multitud de ataques de asma, sobre todo en niños y ancianos, y que obliga a restringir la actividad de las personas al mínimo.

Por último, los dióxidos de azufre (SO2) que emiten estas centrales, que aumentan cuando funcionan con gasoil, es el causante de la lluvia ácida responsable de la destrucción de bosques y contaminación de los ríos, provocan enfermedades respiratorias crónicas y agravan las alergias respiratorias y el asma. Además las centrales térmicas emiten también cantidades significativas de partículas y compuestos orgánicos volátiles.

¿Y el tema del agua?

¿Cuál es una de las ventajas que presenta España para la instalación de estas centrales? El agua. Nosotros contamos con grandes ríos como los de las cuencas del Tajo, el Guadiana, el Duero y muchos otros.

El agua de estos ríos servirá para refrigerar estas centrales, de manera que el 45% del calor generado por las mismas irá a parar al cauce, al pasar el agua por la misma. Una central como la prevista en Morata de Tajuña (Madrid), tomará 700 litros/segundo de agua del río Tajuña de los cuales, debido a la proceso de refrigeración se evaporarán 200 l/s. Esto implicará una disminución muy importante del caudal de nuestros ríos ¿podrán soportarlo? ¿Y el agua que necesitamos para nuestra agricultura, para otros sectores, para vivir, para seguir teniendo una vega viva, de donde vendrá?

Aunque peor van a ser las previstas en zonas alejadas de los ríos. Éstas centrales serán refrigeradas por aire mediante unos grandes ventiladores en forma de columnas de hormigón del tamaño de un estadio de fútbol y que elevarán al cielo una columna de aire con una temperatura superior en 15º a la del aire.

¿Pero por qué quieren construirlas?

En la actualidad no hay ninguna necesidad para que se construyan más centrales. En nuestro país hay potencia suficiente para producir la electricidad que necesitamos. De hecho la electricidad no se puede acumular una vez producida de manera que ante una máxima necesidad se debe poder generar en el momento.

Pues bien, el 27 de enero de este año, a las 19:30, fue el momento de máxima demanda de electricidad en España, consumiéndose 43.708 MWt. Con los datos de REE, el uno de enero de este año, España tenía 66.700 MWt instalados, más que de sobra para generar lo necesario, dar servicio a los “picos” de electricidad consumida y además exportar el sobrante.

Sólo con las centrales que ya están en construcción se sumarían 18.000 MWt más al potencial eléctrico, cuando según los datos del anterior gobierno del PP, en el 2011 el país sólo necesitaba aumentar su capacidad en 11.000 MWt.

¿Entonces por qué? Pues porque tras la “liberalización” del sector eléctrico llevada a cabo por el PP y que el PSOE no ha cambiado, la electricidad se ha convertido en un mercado donde quien produce más barato, y esto es lo que se consigue con una central térmica de ciclo combinado frente a las convencionales que ya existen, es quien se lleva el gato al agua, imponiendo sus precios, y convirtiéndose en la empresa eléctrica que consigue más beneficios.

¿No sería más lógico intentar sustituir las centrales de carbón, como las que existen en el Norte, por estas otras, generando la misma electricidad, ya que no se necesita más, y reduciendo las emisiones contaminantes? ¿No ganaríamos en un aire y agua más limpios y en una mejora de salud para todos?

Pues parece que no. No existe ninguna planificación energética desde 1994, ni moratoria nuclear, de manera que el “libre mercado” es quien impone su criterio irracional de construir más de lo necesario, tirando recursos, contaminando, saltándose el Protocolo de Kyoto y jugando con nuestra salud. Una vez más, la lógica del capital, la política neoliberal desarrollada por el PSOE y el PP, es la que está en la raíz del problema.

La Juventud Comunista, junto el PCE e IU, llevamos años denunciando este problema, desmintiendo que estas centrales traigan empleo pues no trabajarán en ellas poco más de treinta personas, acabando con otras actividades económicas de la zona.

L@s jóvenes comunistas vamos a luchar para que estas centrales no se construyan, uniéndonos a l@s miles de vecin@s y trabajador@s de nuestros pueblos que no quieren ser el estercolero de nadie y están formando las plataformas para luchar contra el derroche energético.

L@s jóvenes comunistas os pedimos que os unáis a nosotr@s en esta batalla, una más de la guerra que libramos contra la tiranía del dinero, contra l@s que nos explotan día a día con la ley del máximo beneficio, contra el capitalismo neoliberal. Porque hay un futuro y pasa por el Socialismo, único garante de un desarrollo sostenible

¡¡ NO A LAS CENTRALES TÉRMICAS !!

POR UNA POLÍTICA ENERGÉTICA SOSTENIBLE

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