Cronica XIVJornadas Pio Sopena
Fundación Pio Sopena [25 de mayo de 2007]
Actualmente los medios de comunicación están haciendo eco a los gritos alarmistas que ante ciertas situaciones de violencia y enfrentamiento en las aulas dejan entrever como única salida la represión bien en manos de los docentes (más disciplina, castigos, expulsiones...) o de los cuerpos de seguridad (vigilantes privados, policía en los centros, videovigilancia, restricción de movimientos).
Los hombres, mujeres y niños de la Fundación Pío Sopena no nos reconocemos en este discurso y plateamos estas jornadas para seguir aprendiendo cómo enfrentarnos a la cuestión tanto desde un lado del pupitre como desde el otro, o incluso en la calle, sin caer en el discurso oficial y contraponiendo la enseñanza en libertad frente a la educación autoritaria omnipresente.
El viernes, además de la recepción de participantes, se proyectó el documental “Escuela Viva” sobre el proyecto de renovación pedagógica de mismo nombre que se desarrolló en los últimos años del franquismo y parte de la Transición en el colegio público de Orellana la Vieja (Badajoz).
El sábado por la mañana, nos reunimos en asamblea para tratar sobre el funcionamiento de las jornadas a partir de la propuesta elaborada por la Asamblea General de la Fundación. Se constituyeron tres grupos de debate según sectores implicados en la enseñanza: profesionales, alumnos y por último padres, madres y sociedad en general. Por la tarde hubo talleres (reciclaje de plásticos, hilo, malabares y juguetes) y la asamblea para la puesta en común de las conclusiones de las mesas de debate de la mañana (esperamos poder publicitar un extracto de las actas de esta asamblea bien en el boletín de la Fundación Anselmo Lorenzo, BICEL, o en el próximo número del vocero de la Regional Extremeña, el periódico “Extremadura Libre”).
Por la noche nos estremecimos con el performance “Guantanamera” de la Liga de la Ciencia Pagana (Pizarro, Leandro y Elena), sobre el campo de exterminio de los EE.UU. en Guantánamo, y nos desternillamos de risa con el cabaret “El Disloque” del taller de teatro del Ateneo de Mérida.
El domingo, más relajado, sirvió para seguir conociéndonos y confraternizar en más talleres: máscaras y encuadernación. Los amigos del senderismo vieron truncado su paseo por la lluvia. Unos cuantos subimos a una concentración convocada en Hervás en apoyo de la conversión de la vía férrea abandonada Béjar-Plasencia en vía verde. Por último, después de la comida, asamblea de valoración de las XIV Jornadas de la Fundación. Que por lo allí expresado no serán las últimas
¡y por muchos años!
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